Cannes ya tiene su "película escándalo"


Casi todos los años, Cannes presenta una película llamada a causar el escándalo de los biempensantes. En esta edición, y aunque el programa acaba de empezar, ese papel parece corresponderle a ‘L’Inconnu du lac’ (‘El desconocido del lago’), ofrecida en la sección paralela Un Certain Regard. Las muy explícitas escenas de sexo de carácter homosexual en este film francés pueden levantar una fuerte polémica, aunque quizá todo se sumerja en la vorágine del Festival. Su director, Alain Guiraudie, que ya había reflejado diversas relaciones gays en sus obras anteriores, ha querido posiblemente curarse en salud: “En un mundo donde casi todos los niños de diez años han visto, por casualidad o voluntariamente, imágenes pornográficas en internet antes incluso de haber comenzado a vivir una sexualidad activa, me parece urgente redescubrir el sexo inscrito en relaciones de diálogo, de seducción, de amor”, ha declarado antes de proyectarse ‘L’inconnu du lac’. En la que, por otra parte, de los apacibles paisajes veraniegos y tiernos crepúsculos se pasa a una media hora final de abierta tensión y misterio.

No en Cannes, pero si en China, puede armar escándalo –si no es prohibida– ‘A Touch of Sin’, de Jia Zhang-Ke, por su visión tan fuerte y descarnada del momento en que vive el país: corrupción, violencia, explotación, enormes desigualdades sociales y económicas… A través de cuatro historias distintas, situada cada una de ellas en una provincia diferente, este cineasta (uno de los de mayor prestigio de su país, habitual en Cannes y que con ‘Still Life’ lograse en Venecia el León de Oro de 2006) ofrece un retrato verdaderamente revulsivo de la China actual. Todas esas historias citadas acaban, de una u otra forma, en explosiones de violencia, e incluyen algunas secuencias tan percutientes como la de las “modelos” de una sauna, ligeras de ropa, desfilando con uniforme militar ante un grupo de nuevos ricos y jerarcas políticos… Pese a sus claras desigualdades en una narración de dos horas y cuarto que en ocasiones se torna confusa y excesiva, ‘A Touch of Sin’ es probablemente la película de mayor interés vista hasta ahora en la Sección Oficial.

También la duración, superior a las dos horas, juega en contra de ‘Le passé’, uno de los films más esperados del Festival, especialmente por venir dirigido por el iraní Asghar Farhadi, cuya valía quedaba acreditada por ‘A propósito de Elly’ y, sobre todo, ‘Nader y Simin. Una separación’, que obtuvo hace dos años el Oso de Oro de Berlín, siendo posteriormente galardonado con el Oscar a la mejor película de habla no inglesa y gozar de una buena repercusión en las salas españolas. También en este caso se habla de una separación, o más bien de un divorcio: el de Marie, interpretado por una Bérénice Bejo radicalmente distinta a de su papel en ‘The Artist’, y Samir, quien llega desde Teherán a París, tras cuatro años de romper la vida en común, para firmar los papeles de ese divorcio. Pero todo acaba centrándose en la muy conflictiva relación de ella con su hija Lucie, ya adolescente y fruto de un anterior matrimonio. El intento de suicidio de la mujer de la actual pareja de Marie va a encerrar un cierto misterio íntimo, sujeto a los intereses afectivos de los distintos personajes, que Farhadi desarrolla desde una perspectiva casi de “thriller” policiaco. Trama bastante complicada desde el punto de vista psicológico, ‘Le passé’ se mueve mediante artificiosos giros de guion más que por necesidades del relato, envuelta en incesantes diálogos y en un clima moral que llega ser opresivo, pero no suficientemente revelador.

Mucho más directa y sencilla es ‘Fruitvale Station’, del jovencísimo realizador negro Ryan Coogler, que ya triunfase en el último Festival de Sundance (igual que Un Certain Regard mostrase el pasado año ‘Bestias del Sur salvaje’), al recoger la historia real de Oscar Grant, víctima de la represión policiaca que tuvo lugar en la estación de Metro de Oakland que da título al film, en el Año Nuevo de 2009. Recoge esta “opera prima” las veinticuatro horas previas de su protagonista y, si bien a este reflejo cabe achacarle exceso de edulcoramiento en cuanto a la vida familiar, muestra eficacia y capacidad para conmover en su denuncia del trágico hecho.

Publicado en "El Norte de Castilla", de Valladolid, 18 de mayo de 2013




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