Almodóvar obtiene una buena acogida en Cannes


En la presentación en Cannes de "Julieta"

Una ovación, intensa aunque no espectacular, recibió ‘Julieta’ en la primera proyección pública del Festival. Era la de las ocho y media de la mañana, cuando en la repleta Gran Sala Lumière, de más de dos mil butacas, se reúne toda la Prensa y acreditados en general. La película se “respiró” bien, con evidente atención, solo complementada por algunas risas con las primeras apariciones de Rossy de Palma. Los aplausos se repitieron un par de veces en los títulos de crédito finales. Mientras pasaban en la pantalla, un hombre de mediana edad lloraba desconsolado detrás de mí…

Aunque el moderador trató de evitarlo, en la Rueda de Prensa surgió inevitablemente el tema de los Papeles de Panamá. Quiso responder Pedro Almodóvar a la pregunta y lo hizo con decisión: “Si los Papeles de Panamá fueran una película, mi hermano Agustín y yo seríamos meros figurantes en ella, extras sin frase. El problema es que la Prensa española nos ha convertido en protagonistas”, animando después a cerrar el tema y que no le impidiese a nadie ver ‘Julieta’ y disfrutar de ella. Ya no se volvió a suscitar la cuestión, con Almodóvar haciendo ejercicio de humildad (“vengo a competición porque no soy un maestro como Allen o Spielberg, que prefieren participar fuera de concurso”) y, en relación con Alice Munro, en tres de cuyos relatos se inspira el film, afirmando que –igual que ella decía respecto a la literatura– “yo soy básicamente un ama de casa”… La Rueda terminó con el aplauso general, por más que la organización del Festival tuvo la “indelicadeza” de hacerla coincidir con el pase obligatorio para la Prensa de una película en competición.

Con ‘Julieta’, ya es la quinta vez que Almodóvar figura en la Sección Oficial de Cannes, con una cosecha de diversos premios aunque sin lograr nunca la Palma de Oro, de la que estuvo muy cerca con ‘Todo sobre mi madre’ (Premio al Mejor Director) y con ‘Volver’ (Premio al Mejor Guion y al conjunto de las actrices, encabezadas por Penélope Cruz y Carmen Maura). Los franceses siguen mostrándole su apoyo incondicional, aunque queda en las crónicas aquellas palabras del entonces director del certamen, quien tras escandalizarse con ‘Entre tinieblas’, no dudó en afirmar que alguien que hacía un cine así nunca estaría en Cannes… “Profecía” que se ha vuelto a desmentir con esta ‘Julieta’ sobre cuya valoración no me extenderé ya que ‘El Norte de Castilla’ le ha dedicado especial atención, sobre todo de manera muy destacada en su suplemento cultural ‘La sombra del ciprés’.

Coincidía el film de Almodóvar en otros dos títulos también protagonizados por mujeres y que responden a la característica de ser ambas “One Woman Show” o, si lo prefieren en román paladino, películas que se hallan destinadas básicamente a ser vehículos de lucimiento para sus actrices: Kristen Stewart en el caso de la francesa ‘Personal Shopper’, de Olivier Assayas, y Sonia Braga en el ‘Aquarius’ del brasileño Kleber Mendonça Filho, cuya presencia incesante domina unas imágenes puestas a su servicio, pero con diferentes estilos y resultados en uno y otro caso.

Kristen Stewart debe su popularidad a la saga ‘Crepúsculo’, aunque últimamente parece encaminarse por otros derroteros, como lo demuestra su presencia en ‘Café Society’, que abrió felizmente este año Cannes gracias a Woody Allen, y en este ‘Personal Shopper’, término que designa a quien compra ropa y complementos varios para otra persona, en este caso una importante figura de la moda. Pero el film de Assayas (quien no ha vuelto a hacer nada demasiado bueno desde su excelente serie ‘Carlos’) se adentra inmediatamente en el tema del espiritismo, el contacto con seres desaparecidos y el mundo fantasmagórico, a partir de la experiencia de la protagonista, traumatizada por el fallecimiento de su hermano. Aunque durante su desarrollo mantiene una cierta tensión propia del género, ‘Personal Shopper’ acaba en fiasco, contando en su haber con el “privilegio” de haber sido la única película de la Sección Oficial cuyo pase de Prensa haya terminado entre abucheos.

"Aquarius", de Kleber Mendonça Filho


Mientras, Sonia Braga renace en el cine brasileño para dar vida en ‘Aquarius’ a una escritora y periodista ya retirada, que se opone con todas sus fuerzas a vender su casa de siempre a una constructora que desea comprársela para edificar un nuevo edificio de apartamentos. La lucha contra la injusticia y la corrupción de los potentados es siempre un buen argumento, que Mendonça Filho y su actriz tratan con convicción y eficacia.

(Publicado en "El Norte de Castilla", de Valladolid, 18 de mayo de 2016).

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