Nueve obras maestras


Llega a Valencia el próximo 11 de abril un importante ciclo que tendrá como escenario la Filmoteca: “Martín Scorsese presenta: Obras maestras del cine polaco”, compuesto por nueve títulos del máximo interés. Bajo la advocación del cineasta norteamericano, entregado a preservar el patrimonio fílmico a través de su The Film Foundation, se ofrecen –hasta el 4 de mayo y con dos pases por película– nueve auténticas obras representativas de la mejor producción polaca. Por orden de aparición en escena sobre la pantalla de la Filmo, Eroica, de Munk (1961); El tren, de Kawalerowicz (1959); Cenizas y diamantes (1958) y La tierra prometida (1975), de Wajda; El sanatorio de la clepsidra, de Has (1973); Walkover, de Skolimowski (1965); Constans, de Zanussi (1980), y No matarás (1987) y El azar (1981), de Kieslowski. Todas ellas en copias digitales, espléndidamente restauradas por DiFactory, de Varsovia, y bajo la organización de Ava Arts Foundation.

Cartel original de "La tierra prometida", de Andrzej Wajda (1975)

Lo dicho, una ocasión excepcional de disfrutar de gran cine. Pocas veces se consigue “armar” una muestra de tal categoría y en condiciones idóneas para su visionado. Polonia es el país de referencia en el Este europeo dentro del campo cinematográfico –y cultural en su conjunto–, con Hungría a continuación. La simple evocación de nombres como los que hemos citado ya sugiere una altísima calidad, que fue capaz de imponerse a un contexto político no precisamente favorable para la libertad de expresión. Con lenguaje más o menos directo, recurriendo a la metáfora o la parábola en muchas ocasiones, los autores polacos situaron a su cinematografía en un lugar de privilegio que, sin embargo, no se ha visto confirmado en la misma medida posteriormente. Cuando en 2011 Scorsese fue a visitar la Escuela de Lódz para recibir de ella el Doctorado Honoris Causa, manifestó toda su admiración por esa “Edad de Oro”; y de ahí vino su apoyo a un proceso de restauración que ya se había iniciado años antes, además de ofrecer su nombre como tarjeta de presentación de un ciclo de veinticuatro películas que recorriera el mundo. Nueve de ellas han llegado ahora a España (no se descarta que, de forma conjunta o aislada, vengan las restantes), con paradas, además de Valencia, en Madrid, Córdoba, Barcelona y Oviedo.

Cartel original de "No matarás", de Krzysztof Kieslowski (1987)


La pregunta que surge es inevitable: ¿por qué, con la “franquicia” o no de Scorsese, no se hace algo similar con el cine español? Mediante la selección efectuada por historiadores independientes, se podría llegar a un “corpus” de unas veinticinco películas que, restauradas digitalmente, representasen lo mejor de nuestro cine y lo llevara por las más diversas latitudes. Incluyendo, lo que no estaría nada mal, las cuatro esquinas de este país, donde el cine español sigue siendo para muchos un gran desconocido. No es demasiado difícil ni demasiado caro; solo se necesita voluntad real para hacerlo.

(Publicado en "Turia" de Valencia, abril de 2017).

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