Hay vida más allá de la Sección Oficial


Por imperativos lógicos de la actualidad, los cronistas del Festival de Cannes acostumbramos a fijarnos de manera muy preferente en su Sección Oficial. Pero en muchas ocasiones es en las secciones paralelas (Un Certain Regard, la Quincena de Realizadores y la Semana de la Crítica) donde encontramos películas que realmente merecen la pena y que se deben reseñar. Así ha sucedido en la segunda de ellas con ‘The Florida Project’, sexto largometraje del neoyorquino Sean Baker, bien considerado dentro de los circuitos del cine independiente norteamericano, sobre todo por su anterior film, ‘Tangerine’, pero que no había encontrado hasta ahora un éxito de crítica y público como el que Cannes le acaba de dispensar.

"The Florida Project", de Sean Baker

Se sitúa ‘The Florida Project’ en las inmediaciones de Disney World, en Orlando, donde lo que antes eran moteles para turistas que iban a visitar el parque temático, ahora es refugio de gente pobre que paga pequeños alquileres semanales para poder vivir allí, con predominio de mujeres jóvenes y sus hijos pequeños. Junto al administrador del complejo interpretado por Willem Dafoe, será un reducido grupo de estos críos el que domine la película, encabezados por la activísima y divertida Moonee, de seis años. Pero no estamos ante una película infantil, ni de lejos; es el “otro lado” de una América de sueños, de una irrealidad mítica como la de Disney World, la que aparece ante nosotros, como si –al igual que Alicia– hubiésemos atravesado el espejo. Aunque unos quince minutos menos de duración le habrían venido de perlas, ‘The Florida Project’ significa un título a recordar dentro de Cannes 2017.

Ya no del “American Dream”, pero sí de la América profunda, supone un notable y sugerente retrato ‘Promised Land’, documental de Eugene Jarecki presentado fuera de concurso. Al hilo de las canciones de Elvis Presley, en cuyo Rolls Royce se desplaza el film, seguimos por lugares recónditos la campaña de la elección presidencial del pasado año, que tan malos resultados ha traído a su país y a todo el mundo.

Por lo que se refiere a la Sección Oficial, aparecía en escena –aunque fuera de concurso– Polanski y su ‘Basado en una historia real’. Verdaderamente, en lo que parece basarse es en ‘Misery’, la novela homónima de Stephen King que Rob Reiner llevase a la pantalla y con la que Kathy Bates obtuviese el Oscar y el Globo de Oro a la Mejor Actriz. La trama es similar, nada más que es una escritora de fama (a la que interpreta Emmanuelle Seigner, la esposa del cineasta), no un escritor, quien es víctima del dominio que sobre ella ejerce una “fan” enloquecida, no una enfermera como en aquel caso. No puede decirse, por tanto, que ‘Basado en una historia real’ sea precisamente original, sino que repite lo visto no ya en ‘Misery’, sino también en otras ocasiones. Narrado, eso sí, con la corrección, eficacia y ese dominio del “tempo” dramático que Roman Polanski ha demostrado con frecuencia.

"Nunca estuviste realmente allí", de Lynne Ramsay

También surgen numerosas resonancias en ‘Nunca estuviste realmente allí’, de la escocesa Lynne Ramsay, una de las solo tres directoras que figuran en la Competición oficial. En este caso, tales resonancias nos llegan desde ‘Taxi Driver’, de Scorsese, y ‘Hardcore’, de Schrader, a la hora de contar cómo un ex marine, todo fuerza y que apenas dice palabra, trata de recuperar a la hija de un senador estadounidense de las garras de la prostitución. Además de una cierta tensión interior, el film al menos ofrece un personaje potente en la figura de ese veterano que Joaquin Phoenix incorpora de manera muy física y violenta, lo que puede llevarle a ganar aquí el Premio al Mejor Actor.


Y hablando de premios, ya no quedan películas por ver para el Palmarés. Partiendo de la base de la imprevisibilidad de cualquier Jurado, las “quinielas” mayoritarias apuestan por ‘120 latidos por minuto’ para la Palma de Oro. Aunque hay quien asegura que, como Presidente del Jurado, a Almodóvar le gustaría más verse unido a la Sofia Coppola de ‘The Beguiled’ que al desconocido Robin Campillo, logrando así además que, tras la Jane Campion de ‘El piano’, una directora se alzase por segunda vez con el galardón máximo de Cannes…

(Publicado en "El Norte de Castilla", de Valladolid, 28 de mayo de 2017).

No hay comentarios:

Publicar un comentario