El descubrimiento de Colom


Ramón Colom, durante su comparecencia en el Festival de San Sebastián de 2017

Al tiempo de una semana (y las que vendrán…) de extrema tensión en Cataluña, el cine español también ha tenido su maremoto particular. La Rueda de Prensa de Ramón Colom, el presidente de FAPAE –la patronal de los productores audiovisuales–, en el Festival de San Sebastián ha supuesto un cúmulo de acusaciones contra distintos compañeros de profesión, donde las palabras “conspiración”, “chantaje” y “corrupción” no han faltado. Sin dar nombres concretos, pero dejando bastante claro a quienes se refería, Colom ha descubierto públicamente una realidad muy inquietante.

Podrá discutirse si era el escenario, el momento o el guion adecuados para que el todavía responsable máximo de FAPAE lanzase sus dardos con tal acritud. En sus palabras, había mucho de desahogo personal, de explosión indignada, de no aguantar más después de casi cuatro años de mandato y ya cercanas las elecciones para el cargo, previstas para noviembre. Pero, conociendo un poco los entresijos del cine español, me parece perfectamente comprensible este arrebato de sinceridad. Supone una muestra de que el agua ha rebosado el vaso, de no poder soportar ya una situación tan deteriorada. Le habría sido mucho más cómodo a Colom hacer un resumen amable de su etapa (lo que detalló en la primera parte de la comparecencia) y marcharse por la puerta de atrás con una sonrisa de buena voluntad. Optó, en cambio, por dejar las cosas claras y no atenerse a la “corrección política”. Considero adecuada su actitud.

Porque las cosas no pueden seguir así, con un grupo de productores “de toda la vida” que siguen manejando impunemente el cotarro. Ni siquiera de manera frontal, asumiendo responsabilidades visibles, sino –como el propio Colom denuncia– a base de citas conspirativas, cenas donde se toman acuerdos ventajistas o búsquedas de adecuar la legislación a sus intereses particulares. Llevan demasiado tiempo actuando de esta forma, sacando claros beneficios de tal conducta y arramblando con cuanto se les pone por delante, ya sean directores y directoras generales o numerosos productores que se ven impotentes para revertir la situación y no quedarse descolgados. Colom ha vivido en estos cuatro años, desde dentro de FAPAE, cuanto otras y otros también hemos sufrido. E incluso ha prevenido del peligro de que cierre o desaparezca la entidad en un próximo futuro, con lo que se perdería un interlocutor necesario para nuestro cine.


Así están las cosas, pero así, insisto, no deben continuar, por lo que el aldabonazo, el “descubrimiento” de Colom puede resultar de gran utilidad. Si quieren profundizar en el tema, la página “web” de la televisión del Festival de San Sebastián guarda su intervención íntegra, que duró casi una hora tras las preguntas de los periodistas. No se la pierdan. No tiene desperdicio.

(Publicado en "Turia" de Valencia, octubre de 2017).

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